domingo, 11 de diciembre de 2011

Depresión Decembrina



Son muchos los que esperan con ansia que, por fin, llegue diciembre. Desde niños estamos acostumbrados a asociar dicho mes con una temporada de fiesta y regalos. La navidad, frecuentemente significa un momento familiar lleno de regalos, ponche y música. Además, la mayoría de los adultos tienen la oportunidad de disfrutar de vacaciones, despensa, aguinaldo y posadas.

Sin embargo, durante estas fechas, no todos serán tan afortunados al respecto, y me refiero a aquellos que padecen la "depresión decembrina".

Cabe destacar que no existe propiamente una depresión que sea exclusivamente causada por el arribo de las fechas de natal. Pues este estad de ánimo es un padecimiento clínico multifactorial. Es decir, que depende de varios factores biológicos y socioculturales.Y es precisamente un contexto como las festividades, el componente que puede detonar un trastorno de este tipo y hacer parecer que únicamente sucede durante esta época.



Las causas que facilitan la aparición de la depresión decembrina son varias. Un ejemplo sería no formar parte de una familia o que, por primera vez, no se encuentre algún miembro de la familia o ser querido.

Especialmente en México, se acostumbra a que la mayor parte de las celebraciones se realicen entre parientes y amigos cercanos. Sin embargo, recordar una pérdida de este tipo, genera profundos sentimientos de soledad y tristeza.

Otro factor es la falta de recursos económicos para realizar las compras decembrinas, pues existe cierta idealización sobre lo que se supone "debe haber" durante estas fechas, generando expectativas muy altas:

Adornos, regalos, comida, árbol, entre otros objetos, son gastos que dejan un terrible agujero en el bolsillo de todos. Y si a eso agregamos que vivimos en épocas de crisis, advertimos que son muchos los que no cuentan con empleo ni ingresos fijos.

Ante la urgencia y el impulso por conseguir dinero, varios deciden empeñar objetos de valor o pedir préstamos a intereses muy altos; lo que genera un grave estrés para lograr pagar todas estas deudas, teniendo que tomar, al final, soluciones desesperadas.

Del otro lado de la moneda, existen aquellos que sí cuentan con un empleo estable, pero no tienen vacaciones o que tampoco poseen la oportunidad de convivir con sus seres queridos durante las celebraciones.

Aunado, son muchos los adictos al trabajo que piensan que lo único con lo que cuentan es con su empleo, y que al verse privados de sus actividades laborales, que les sirven como distractor, comienzan a sentirse inútiles y abandonados.

Asimismo, durante diciembre son muchas las celebraciones que se empalman: el ya famoso "Guadalupe-Reyes", que supuestamente abarca desde el 12 de diciembre hasta el 6 de enero.

En todas partes se organizan fiestas, preposadas, posadas, recalentados, etc. Por tanto, no es de extrañar que predomine el alcohol durante el mes, lo que aumenta su consumo y puede detonar muchos desequilibrios emocionales, creando situaciones de las que algunas personas llegan a arrepentirse de sus actos. Algo así como una "cruda moral" a la que le siguen sentimientos de vacío.

Los principales síntomas que se suelen presentar durante una depresión, son: pérdida de interés por realizar actividades que suelen alegrar, un constante estado de ánimo de tristeza o vacío, aislamiento social, falta de energía, apatía, irritabilidad, ansiedad, problemas de concentración, dificultades para dormir y comer. También las ideas suicidas son más comunes durante invierno.

El hecho de que se trate de una depresión decembrina, no significa que al terminar la temporada, este estado también desaparezca.

Incluso, aunque pueda parecer que sí, cada año los síntomas empeorarán conforme pase el tiempo; por ello, es necesario acudir con un psicólogo o experto en salud antes de que se agraven los síntomas depresivos y sea demasiado tarde.


Autor: Psic. Monserrat López Lugo
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Imagen {vía De10.mx}

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