Por: Mtra. Sofia González de la Parra González
Es común que tengamos
fotos de nuestros hijos pequeños sin ropa. A edades tempranas resulta natural e, incluso,
gracioso pero ¿qué pasa cuando se vuelve una conducta incómoda para los padres?
En general, es normal que durante los primeros años de
vida los niños comiencen a explorar su cuerpo y que, en ocasiones, se desvistan.
Es importante comprender que a temprana edad, los niños no cuentan con las
normas sociales integradas pues será tarea de los padres empezar a enseñar a
los pequeños a introyectar todo este tipo de lineamientos.
Por esto es importante establecer con el niño la
diferencia de lo que son las conductas privadas y públicas, así como buscar formas
de identificación con los adultos. Por ejemplo, los padres pueden hacerle ver que las personas van vestidas en la calle y
que es en casa, en la privacidad de su cuarto o en el baño donde es adecuado
quitarse la ropa.
El psicoanalista Erick
Erickson explica que entre el primer
y segundo año de vida los niños comienzan a controlar su mundo, a poner a prueba sus ideas y a tomar sus
propias decisiones, esto se manifiesta en su constante negativismo. Por eso
también esta etapa se caracteriza por la etapa del “no”.
Conductas como el quitarse la ropa pueden ser parte de la
búsqueda del niño en aras de ejercer su autonomía, por lo que es importante que
los niños no vean enojados a sus padres por
este tipo de motivos y no se les castigue o reprima de manera violenta.
No olvidemos que a esta edad todo en su vida lo perciben
como “una orden” por eso vendría bien dejarle ser autónomo en ciertas cosas que
no angustien a los padres. Por ejemplo,
darle dos opciones de vestuario y que el niño pueda elegir entre ellas,
para que, de esta manera, sienta que decide
y no lo sienta como imposición; así, no recurrirá a conductas negativas como el
desvestirse en público.