martes, 22 de noviembre de 2011

Los vínculos con las mascotas



Cuenta la leyenda que una vez el Señor dijo a los animales y a los hombres (que vivían todos juntos) que había llegado la hora de separarse y que se abriría una grieta en el suelo y que cada uno -hombres y animales- debían unirse cada cual con su especie. Comenzó a formarse la grieta en el piso y cada animal saltó hacia donde estaban sus pares. En el último momento cuando ya casi no se podía cruzar la grieta el perro decidió que su lugar era junto al hombre y arriesgando su vida salto hacia el otro lado eligiendo vivir junto al hombre para siempre y dejar de ser un animal salvaje y libreDesde entonces, por los tiempos de los tiempos, el perro ha estado junto al hombre siempre. Su amistad incondicional a prueba de fuego, hambre y frío es una prueba de su fidelidad.

Las relaciones entre mascotas y humanos son un fenómeno social muy antiguo, históricamente, las mascotas eran adoptadas y escogidas por funciones particulares principalmente para cazar y como perros de guardia. Ahora, debido a la urbanización y el aislamiento social son escogidos para la satisfacción que una mascota pueda proveer a su dueño.

La cantidad de dinero que se gasta en animales domésticos se ha duplicado durante la última década, superando el producto nacional bruto de muchos países en desarrollo. Amantes de las mascotas cada vez hacen mayores esfuerzos para el cuidado veterinario, incluidos los costosos tratamientos  para enfermedades graves. La devoción a los animales domésticos es evidente en una sorprendente variedad de consumidores productos y servicios.

 El deseo de viajar con mascotas ha llevado a muchas compañías aéreas, hoteles, y centros turísticos para darles la bienvenida con los servicios y programas especiales.
Ghetie (2011) menciona en su artículo otros estudios donde se demuestra que el hecho de acariciar a un perro es eficaz para reducir el estrés, pueden contribuir a la mejora de la salud mental, e incluso ayudar en la recuperación de un cáncer, así como bajar las tasas de mortalidad de los pacientes con enfermedad del corazón

Otros estudios de Veevers (1985); Hunt, Hart y Gomulkiewicz (1992) Encontraron que personas retratadas con los animales fueron juzgados por ser más felices, más amables, más ricos, más relajados y menos peligrosos que cuando se retratan solos. 

Freud fue uno de los pioneros en percatarse de los efectos positivos que tenían los perros sobre sus pacientes y viceversa. Se dio cuenta que al tener presente a su perro de raza Chow Chow llamado Yofi en sesiones, los pacientes podían hablar de temas dolorosos con más facilidad. Se ha documentado que cuando falleció su nieto, Freud encontró consuelo en compañía del perro de su hija Anna llamado Wolf. En su lucha contra el cáncer de boca se acompañaba de Topsy otro Chow Chow que en sus últimos días permanecía acompañándolo en su cama.



Investigaciones con niños y mascotas, han confirmado la hipótesis de que las interacciones con los animales domésticos pueden desempeñar un papel en el mundo emocional del niño. 


En una exploración de los sentimientos de los niños acerca de sus mascotas, Kidd y Kidd (1985) encontró :

  • El 32% de los niños que entrevistaron confirmaron las declaraciones que indican el relajamiento emocional que recibieron de sus animales de compañía (por ejemplo, "me consuela cuando estoy triste" y " me impide estar solo "). 
  • 28%  de los niños confirmó que sus mascotas siempre una fuente de aprendizaje, la enseñanza acerca de la responsabilidad y las relaciones.
  • El 20%  considera a sus mascotas como compañeros de juego, 
  • 15%  dijo que habían recibido el amor de sus mascotas.

En las familias donde la  expresión del afecto es restringido, los niños pueden encontrar que es más seguro  explorar las vicisitudes de la emotividad y sus mascotas porque los animales no juzgan, critican o humillan a los ensayos  del niño de los nuevos comportamientos y las emociones. 

“Es una relación en la que reciben el brillo anhelado de amor y deleite que la mirada apagada de sus cuidadores primarios no reflejan. “ (Stroben, 1993)

Freud explica cómo podemos querer a un animal con tanta intensidad ya que el afecto que recibimos de una mascota es sin ambivalencia, pues nunca nos juzgará o nos rechazará, no importa como haya estado el día, una mascota siempre estará ahí con su fidelidad incondicional.



It really explains why we can love an animal . . . with such extraordinary
intensity; affection without ambivalence, the simplicity of
a life free from the almost unbearable conflict of civilization, the
beauty of an existence complete in itself. . . .
—Sigmund Freud



Autor: Psic. Sofía González 

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