- Morris, 1991.
Por: Psic. Leticia García
Las mujeres somos cada vez más conscientes de la importancia de ser independientes y de realizar aportaciones económicas al hogar. Muchas veces se deja de lado, se posterga, o bien, en algunos casos, se devalúan los esfuerzos y regocijos que implican desempeñar el rol de madre. Podemos decir que para muchas mujeres resulta más atractivo lograr y consolidar el éxito profesional, que jugar el rol de ser madres. Para otras es atractivo alternar ambos o bien existen mujeres que aunque desean ser madres, albergan serias dudas al respecto, aun cuando su situación de vida y de pareja parecen propicias, comenta la Psic. Leticia García de la Clínica de Asistencia de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM).
Las mujeres somos cada vez más conscientes de la importancia de ser independientes y de realizar aportaciones económicas al hogar. Muchas veces se deja de lado, se posterga, o bien, en algunos casos, se devalúan los esfuerzos y regocijos que implican desempeñar el rol de madre. Podemos decir que para muchas mujeres resulta más atractivo lograr y consolidar el éxito profesional, que jugar el rol de ser madres. Para otras es atractivo alternar ambos o bien existen mujeres que aunque desean ser madres, albergan serias dudas al respecto, aun cuando su situación de vida y de pareja parecen propicias, comenta la Psic. Leticia García de la Clínica de Asistencia de la Sociedad Psicoanalítica de México (SPM).
Siempre existirá la presión social para que toda mujer se convierta en madre, aun cuando no sea el deseo o la necesidad de muchas. Especialistas de todo el mundo coinciden en que hasta un 70% de las mujeres que se embarazan lo hacen por diversos motivos como: presión social, reconocimiento, reto, cubrir vacíos emocionales, etc. Pero tan solo un 30% lo hace buscando cuidar, proteger, amar y educar, y con la disposición a madurar en el proceso.
La maternidad es un proyecto de vida, de tu vida. Es por esto que se deben considerar detalles básicos, como las personas involucradas, situación económica, tiempos, espacio físico adecuado, cuidados, etc. en pocas palabras, la maternidad es algo que se vive mucho mejor si se planifica. Por ejemplo, si deseas ser madre y no piensas dejar de trabajar, es importante contar con una red de apoyo que te pueda ayudar a cuidar al bebé, idealmente tu pareja, tus padres o bien pagar un cuidador de confianza. Sin embargo, además de todo lo mencionado anteriormente, es importante preguntarte si estás dispuesta a dedicarle el mayor tiempo posible a tu bebé, ya sea por las mañanas o por las noches cuando regreses de trabajar, pues es un hecho que te necesitará mucho. Es importante que el tiempo que le des, sea un tiempo en el que verdaderamente te sientas conectada con tu bebé. Recuerda que una fuerte y amorosa conexión entre tu bebé y tú son las bases para que crezca sano emocionalmente hablando.
Pero ¿qué pasa cuando, a pesar de que deseas ser mamá y aunque las condiciones parecen propicias para embarazarte, lo postergas? o bien ¿cuándo llegas a sentir miedos que no parecen tener sentido? Cuando se posterga un embarazo a pesar de ser algo que se desee, puede ser que, de manera inconsciente, exista una rebeldía ante una fuerte presión o imposición de “hacer lo que se debe”. En la mayoría de los casos, esta rebeldía está ligada a la figura de la propia madre con quien seguramente tendrá temas por resolver. Otras veces el miedo al embarazo, tiene que ver con asociar la identidad de madre de familia con un rol devaluado, ya sea de manera consciente o inconsciente. En otros casos, cuando las mujeres se sienten culpables por alguna situación personal, suelen “pagar sus culpas” al expresar que no desean tener bebés cuando en realidad sí, pero sienten que no lo merecen.
La maternidad es un trabajo demandante que implica cambios y madurez y que nos aporta logros y retos. Es importante que más allá de cumplir un proyecto de vida o hacer lo que se espera de nosotras, lo deseemos y nos sintamos preparadas tanto física como psicológicamente para ejercer esta nueva función.
Si tienes dudas, miedos irracionales o bien no estás segura sobre tus motivos reales para ser madre tal vez hay algo de ti misma que no has logrado entender del todo. Acude con un profesional de la salud mental, pues tal vez sea un buen momento para poner tu situación actual en perspectiva, y darte tiempo para reflexionar y planificar. Tal vez tengas que resolver temas emocionales que no te dejan pensar sobre esta situación, sin agobiarte. Recuerda que cuanto más tranquila te sientas, más claro será tu panorama y lograrás tomar mejores decisiones.
Puedes encontrar este artículo en la publicación del 10 de mayo del 2012 en el periódico La CRÓNICA.com.mx:
Imagen: FBCCOVE